Señoras y señores:
La tierra es nuestra piel.
Como nuestra piel, ella cambia, envejece, se afina o se endurece. Según el trato que recibe, se resquebraja, se lastima.
Esta tierra, que ustedes han recibido como herencia, esta tierra de la que se alimentan, que los ciñe, no crean que va a ser eterna. Hicieron falta millares de siglos para fabricarla.
El suelo es el “nudo” de la ecosfera.
El suelo sobre el que caminan, del que se alimentan; el suelo es su propia piel, su propia vida. Si no lo tratan bien, lo perderán. Cuando se lo destruye, hacen falta millares de años para que la tierra invente uno nuevo.
Protejan su piel, señoras y señores, espétenla, ventílenla.
• Extracto de “Urania”, de Jean-Marie Gustave Le Clézio. Premio Nobel de Literatrura 2008