En los últimos años es muy posible que junto con sus alimentos hayan ingresado bacterias, virus y parásitos a su organismo.
En la provincia de Córdoba, según el decreto N° 415/99, los canales de riego no pueden ser utilizados para el vertido de efluentes, sin embargo esto se realizaba de forma clandestina en un barrio de la capital cordobesa.
Según testimonio recogido por Sala de Prensa Ambiental, desde hace al menos dos años el agua del Canal Maestro Norte -que se usa para riego del cinturón verde- se mezcla con líquidos cloacales provenientes del barrio Ciudad de los Niños, en Juárez Célman.
BAJAN TURBIAS
El grave problema surge por la saturación de la planta de tratamiento de líquidos cloacales del barrio y el vertido constante de efluentes sin tratar al canal de riego de la zona de chacras en el Gran Córdoba.
El sistema cada vez que colapsa dispersa los agentes cloacales contaminantes -sin tratamiento- sobre el agua de riego. Esta situación se reitera desde hace años según el testimonio de César Ciminari, conocido como “el llavero del canal Maestro Norte”; histórico empleado del Consorcio Canalero y productor chacarero del Gran Córdoba.
«Estas aguas negras son factor de contaminación para las cosechas de hortalizas, frutas y verduras, con patógenos que causan enfermedades en humanos»
César Ciminari afirma que: “Las aguas cloacales salen del barrio Ciudad de los Niños. Como fallaban los sistemas de contención hicieron un canal clandestino y lo escondieron después: en vez de ir al sistema del barrio Newbery, resulta que están desaguando cloacas en el canal Maestro Norte” y agrega que “el año pasado camuflaron el desagüe ilegal porque venía a cielo abierto costeando las vías. En la zona de Guiñazú lo entubaron para que la gente no lo viera.”
César, que es el encargado del manejo del agua para producción de alimentos en el cinturón verde, afirma que “Desde hace tiempo veía cosas raras, olores fuertes y empecé a buscar y buscar hasta que descubrí lo que sucedía” y agrega que “esto me ha llevado a pelearme con gente de la Comisión del Consorcio Canalero, que serían mis jefes. Hasta he discutido con funcionarios de la APRHI (Administración Provincial de Recursos Hídricos): hace unos meses se puso densa la situación cuando paramos la actividad del canal para la limpieza; empezaron a protestar los vecinos y nos mandaron a largar el agua contaminada igual”, denuncia el cahacarero.
“La situación volvió a repetirse con las primeras lluvias y empezó el problema de nuevo, nos mandaron a largar el agua y ahí fue cuando discutí con todos y les dije que no iba a ser cómplice de esa situación”, indica Ciminari: “Nos bajaron línea de la provincia para que largáramos urgente el agua para tapar los líquidos cloacales, o que se mezcle con ellos en el canal”, advierte César que desde hace 11 años es el encargado de la distribución y mantenimiento del canal que provee el riego al Cinturón Verde Norte
La denuncia adquiere máxima gravedad si la situamos en el contexto de la salud pública y la gestión de recursos vitales como el agua y los alimentos para gran parte de la población.
RIESGOSO RIEGO
El canal maestro de la ciudad de Córdoba es la vena por la que circula el agua para el riego del cinturón verde, donde se practica la agricultura para el abastecimiento de alimentos frescos de proximidad a la población.
La contaminación del agua usada para el riego de las quintas proviene desde el barrio Ciudad de los Niños que tiene 412 viviendas y está ubicado en Juárez Célman, apenas se atraviesa la avenida de Circunvalación sobre la continuación de la avenida Juan B. Justo, al norte de la capital cordobesa.
«Esta urbanización creada en el año 2005 cuenta con una planta de tratamiento de líquidos cloacales tipo compacta y su entorno es de características industriales y rurales con contaminación de canales de riego y desagües, efluentes cloacales a cielo abierto y basurales»
Marta Boetto, Doctora en Ciencias Agropecuarias especializada en Ecología Agrícola señala a Sala de Prensa Ambiental que “esta situación debió ser resuelta hace tiempo por la APRHI. Hicieron una obra a medias y derivaron el agua contaminada al canal que riega la verdura que va al Mercado de Abasto. Esas verduras van a cualquier verdulería de la ciudad de Córdoba. Por ejemplo pepinos, rabanitos, lechuga, achicoria, rúcula, que se ingieren crudas, por más que las lavemos, están contaminadas”, advierte la especialista.
Por su parte, Ciminari indica: “Algunos quinteros están teniendo muchos problemas para el ingreso en el Mercado de Abasto por los análisis que realiza la municipalidad, ya que están saliendo positivos de Escherichia coli. Hace un tiempo se hizo una denuncia en la Policía Ambiental de la provincia, luego otra… yo mismo he hecho dos o tres, te pasan el número de la denuncia, pero el problema sigue existiendo”, remarca el productor del cinturón verde cordobés.
SALUD PÚBLICA
El médico pediatra Medardo Ávila Vázquez, ex subsecretario de Salud Municipal, explica que “el principal daño ocasionado por la contaminación cloacal con la bacteria Escherichia coli afecta la flora intestinal. Si esa agua contaminada riega verduras para consumo humano, las contamina porque son productos que no hervimos para consumirlos: las lavamos nomas para sacarle la tierra porque confiamos que no tienen bacterias.”
Ávila Vázquez añade que “las verduras deben ser controladas sanitariamente, tomándoles muestras y haciéndoles análisis. Si los hacen en la época que largan los efluentes cloacales hacia el canal, seguro que tienen bacterias…Pero probablemente no se hagan esos estudios en la época que abren la cloaca” y remarca que “es una barbaridad cómo diseñaron ese sistema cloacal… mal hecho, mal manejado. El olor que hay allí es terrible.”
El especialista señala además que, aparte de la contaminación con bacterias y virus que transmiten enfermedades como la gastroenteritis, hay contaminación con algunas químicos derivados del nitrato que está presente en el agua y produce problemas en la sangre de los humanos, sobre todo en niños y en personas mayores.
El médico, marca también que es muy posible que se encuentren en esas aguas negras muchos medicamentos y fármacos que se mezclan con el agua para riego.
Edith Filippini es bióloga del Centro de Ecología y Recursos Naturales Renovables Dr. Ricardo Luti -FCEFYN – UNC- y refiere que “el canal Maestro Norte riega el cinturón verde de la ciudad donde se producen alimentos: que se contamine con aguas cloacales implica que se está contaminando con bacterias coliformes (fecales) por un lado, pero además existen una serie de otros contaminantes que se denominan “emergentes” y que son producto de la industria farmacéutica: ibuprofeno, atelonol, clonazepam y anticonceptivos; todos estos productos provienen de desechos humanos y tienen un impacto sumamente grave en cualquier curso de agua. La cuestión se agrava si con estas aguas riegan productos para consumo humano como frutas y verduras.”
La bióloga agrega que “el tema es que si esas descargas cloacales son constantes, la Administración Provincial de Recursos Hídricos (APRHI), debería haber tomado cartas en el asunto, porque se está contaminando un curso de agua artificial que es sumamente importante para el riego de productos alimenticios”, concluye la especialista.
Finalmente, la Dra. Marta Boetto, indica que “la situación del canal Maestro Norte es particularmente grave ya que provee agua de riego al cinturón verde Norte de la ciudad, por lo que se estarían contaminando las hortalizas producidas en ese sector con bacterias coliformes. Esto es particularmente dañino para la salud de las personas de toda la ciudad ya que muchas de las hortalizas se consumen crudas, por lo que dichas bacterias pueden ser ingeridas. Además, se afecta a toda la ciudad porque una vez que los productores llegan al Mercado de Abasto, vendedores de toda la ciudad y zonas urbanas aledañas concurren a comprarlas para proveer a sus clientes, así que no habría forma de seguir geográficamente el destino de cada bulto de verdura.”