Desde diferentes puntos de las serranías cordobesas, un joven movimiento político -con candidatos y candidatas también jóvenes- se animaron a poner en el centro de su agenda temas como la preservación de las reservas hídricas, del monte nativo, del patrimonio arqueológico, de trabajos comunitarios o de brigadas forestales; tópicos “menores” para la política tradicional cordobesa.
Mientras transitamos 4 décadas de democracia ininterrumpida en nuestro país, las últimas elecciones en Córdoba dejaron saldos dispares. Tras la era «cordobesista», el escenario político de la provincia deja asomar algunos cambios, ya que la alternancia de José Manuel De la Sota – Juan Schiaretti (y viceversa) se llevó los últimos 24 años, por muy poco un cuarto de siglo ininterrumpido gobernando la provincia.
Entre los datos más notables de la última elección en territorio provincial, quedó un récord histórico de ausentismo en las urnas -uno de cada tres cordobeses no fue a votar-. Claro está que tan alto porcentaje de apatía podría asociarse al desinterés que despiertan figuras y propuestas políticas que se repiten. También, una notable desconexión con la realidad cotidiana de los gobernados.
Sin embargo, en los resultados de las recientes elecciones asoma una novedad: el crecimiento del Movimiento Verde Cordobés (MVC) representado por organizaciones políticas bajo el nombre de Unión Vecinal y que, a partir de diciembre, tendrán el desafío de la administración pública en diferentes localidades. No es un dato menor que el MVC haya obtenido diversos cargos en los cinco valles serranos, ganando jefaturas comunales y concejalías o posicionándose como segunda fuerza política, según el caso.
En este escenario aparece por ejemplo Natalia Di Pace, electa jefa comunal de Villa Cerro Azul en las Sierras Chicas. Rompiendo con el desencanto político-electoral reinante, en aquella localidad concurrió a votar un 85% del padrón electoral.
LOS VERDES YA NO LLARYORAN, LOS VERDES PASAN FACTURA
Pablo Riveros, con su gestión como jefe comunal en Villa Ciudad Parque en el valle de Calamuchita, es sin dudas el referente provincial del Movimiento Verde cordobés. En diálogo con Sala de Prensa Ambiental, Riveros da cuenta que su espacio político obtuvo un abrumador 72 % de los votos en las últimas elecciones y expresa que “a nivel provincial, el balance es muy positivo en cuanto a que Luis Juez no gobernará la provincia (aunque haya hecho una muy buena elección). Martín Llaryora se impuso por los votos de Córdoba capital y de su departamento. Lo de Schiaretti no fue bueno para el proceso del gobernador electo porque resultó un condicionamiento. También, me parece bastante malo el resultado electoral (del oficialismo) y también la estrategia de ciertos sectores del kirchnerismo cordobés que en una actitud muy irresponsable armaron una lista para que ganara Juez”, dispara el actual jefe comunal de Villa Ciudad Parque.
En el plano local, Riveros señala que “evidentemente, está surgiendo con claridad un movimiento político en las sierras de Córdoba. Nuestra experiencia de gobierno en Villa Ciudad Parque -gestión que fue revalidada en las últimas elecciones- muestra que existen otras formas de gobernar, pero también otras maneras de construir poder, teniendo en cuenta la procedencia comunitaria de la mayoría de nuestros compañeros y compañeras con ganas de participar para disputar hegemonías históricas de los sellos partidarios tradicionales”.
Natalia Di Pace, jefa comunal electa en la pequeña localidad de Villa Cerro Azul, indica que “tenemos un equipo de trabajo muy vinculado a la comunidad y a sus problemáticas reales: desde las ambientales a la economía popular y social. Conformamos un equipo con mucha capacidad y entramado comunitario; por eso nos encontramos con muchas personas que fueron felices a votar. Esa es una particularidad que hay que seguir alimentando: la esperanza en un proyecto político que se tradujo en ese 85% de asistencia de votantes con un 43% a nuestro favor”.
«El Estado como ordenador del territorio, la comunidad como protagonista y la naturaleza como el escenario donde se desarrolla la vida»
Desde el Movimiento Verde Cordobés hablan de la necesidad de revincular al Estado con la naturaleza y la comunidad. Según Di Pace, “son tres pilares fundamentales para construir este movimiento político donde prima lo común sobre lo particular. En los diferentes territorios vamos tejiendo, a través de distintas expresiones, organizaciones que hoy tienen representación en los gobiernos de diversas regiones, con una idea compartida de cómo el Estado tiene que estar presente para defender los bienes comunes, revalorizar el patrimonio y potenciar las expresiones comunitarias, por ejemplo. Todo esto a partir de experiencias locales que se van gestando”, explica Di Pace.
A su turno, Riveros expresa que el caudal electoral del MVC “es un voto ecologista, pero también un dictamen hacia una credibilidad que es fundamental para los movimientos vecinalistas, las organizaciones sociales y espacios que tienen un vínculo territorial con la comunidad, a los que se les cree lo que dicen. Ni hablar si logramos tener la confianza de quienes gobernamos de la manera que lo pudimos hacer, con un eje muy fuerte en el cuidado de la naturaleza y de la mano de un modelo de desarrollo distinto”.
LA MURALLA VERDE: ECONOMÍA Y ECOLOGÍA
Sierras Chicas tiene un gran desafío relacionado con políticas públicas y la necesidad de un urgente ordenamiento territorial participativo; su característica principal es el descomunal crecimiento demográfico en las últimas décadas (el mayor en la provincia) con localidades que han crecido más del 170% en su población. De allí, la proliferación de conflictos relacionados con modelos de desarrollo que representan el reto de congeniar economía y protección de un ambiente natural saludable.
Al respecto, Natalia Di Pace remarca que “es el gran desafío que tenemos por delante e implica una relación entre el Estado y el sistema económico para establecer una tercer vía de beneficio mutuo que sea realmente equitativo. Hoy existen muchas medidas extractivistas que benefician a un sector económico mínimo. Entonces hay que generar propuestas fundando acuerdos, porque no se trata de extremar el nivel de conflictividad que generan estos procesos sino buscar el beneficio mutuo. El aparato estatal es quien debe articular para lograr un equilibrio”.
En ese sentido, la jefa comunal electa remarca que “en Villa Cerro Azul habitamos una reserva y esto tiene que ver con nuestra visión política de que el progreso no tiene que ir en detrimento de los bienes comunes. Hay que repensar la idea de progreso porque debe tener en cuenta la salud de nuestro río, por ejemplo, que es nuestra salud”.
Por ahora, el Movimiento Verde Cordobés asoma con fuerza desde lo local y en regiones con una identidad serrana muy marcada, haciendo pie en pequeñas localidades
Acerca del futuro del MVC, Pablo Riveros afirma que “a partir de este saldo tan positivo, de acá en adelante tenemos que consolidar nuestro espacio, terminar de obtener la personería jurídica para tener sello partidario y ampliarlo para disputar las diputaciones del 2025” y agrega: “pero fundamentalmente constituir un espacio nuevo en la provincia de Córdoba que articule políticas públicas: el Estado como ordenador del territorio, la comunidad como protagonista y la naturaleza como el escenario donde se desarrolla la vida”, concluye el referente del MVC.