La semana empezó con la grave revelación de espionaje sobre 3 integrantes del equipo de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), que figuraban entre las más de 500 personas espiadas ilegalmente por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) en el 2019.
En el 2019 la AFI seguía espiando. En cambio, en el 2020, la humanidad sigue expiando culpas por sus acciones desquiciadas contra la naturaleza que desembocaron en el Coronavirus: en esta semana los casos siguieron aumentando de manera consecutiva en el país.
Y hablando de desembocar, la que no emboca una es la municipalidad de Córdoba, que anunció la creación de una fiscalía ambiental. Hasta ahí, un lindo anuncio. Pero resulta que quien está al frente de la nueva Fiscalía es un polémico abogado al que el Ambiente no le importa ni medio.
Y si hablamos de fiscalías, esta semana siguieron detenidos los acusados por el incendio en el Parque Nacional Quebrada del Condorito. Tres detenidos, uno de ellos es el dueño de la Estancia San Alejo, un poderoso hacendado al que ni una de las empresas periodísticas se atrevieron a mencionar, vaya a saber por qué. No mencionan con nombre y apellido a los estancieros Alejandro Becerra, ni a su hermano Francisco Becerra. Nosotros tampoco los mencionaremos entonces.
Con este incendio-que no es el primero- la Administración de Parques Nacionales (APN) está que arde. Y hablando de APN, esta semana anunció la paulatina reapertura de parques nacionales, cerrados al público desde hace 3 meses en el contexto de la pandemia por el Coronavirus.
“Villa María planta cien mil árboles” es un programa de ese municipio que, en un acto protocolar en celebración por el Día del Medio Ambiente, publicitó la plantación de 21 aguaribayes, 3 algarrobos, 2 sen del campo, un guarán amarillo y un lapacho. 28 árboles plantados. Bien por ellos, sólo les faltan 9770 para llegar a la meta.
Y hablando de meta, en Carlos Paz, también están como locos meta plantar: “La forestación urbana con árboles característicos de nuestra región es parte de la política ambiental del gobierno de la ciudad” dijeron los funcionarios y se sacaron fotos plantando 15 pinos cipreses -que son árboles característicos y autóctonos, pero de Chipre- en la costanera del lago San Roque.
Hablando del lago, al lado de los curiosos cipreses rodeados de palmeras autóctonas también (de Miami, en este caso) está el pobre espejo de agua que en los últimos 40 días muestra una bajante de 1 metro; sus costas comenzaron a quedar expuestas y el embalse notoriamente deprimido.
Los que estuvieron al borde de la depresión también, son los responsables del Proyecto Carayá que no tenían fondos para comprar alimentos para los 155 ejemplares de monos que alberga aquel santuario, por lo que debieron pedir ayuda públicamente.
De conocimiento público, fue también la denuncia contra 4 clínicas de la ciudad de Córdoba por arrojar sus residuos patógenos en la vía pública: la Clínica privada del Sol S.A., el Centro Privado Cronos de Cirugía Plástica SRL, la Clínica Sucre Centro de Cuidados Coronarios SRL y el Consultorio Lucero Llorente.
Y hablando de denuncias, organizaciones en defensa del patrimonio cultural y ambiental de Bialet Masse, denunciaron una clara intencionalidad en los incendios forestales de la pasada semana y apuntaron a desarrollistas, que intentan usurpar y lotear el territorio «Cochatalasacate» Indígena, Reserva Natural y Cultural.
Queman todo, rompen todo, ensucian todo. Como la familia Becerra, de la estancia San Alejo, en Pampa de Achala.
Pero esa, esa es otra historia…