En Sala de Prensa Ambiental decidimos atravesar fronteras y trasladarnos desde el centro de la Argentina hacia el norte americano, indagando acerca de la «Aldea Global» donde los conflictos socio-ambientales comparten un mismo escenario en la creciente globalización.
Empujados por la curiosidad buscamos puntos geopolíticos que pudieran ser similares a nuestra Córdoba y así fue como desembarcamos en Querétaro, un Estado ubicado en el centro geográfico de México.
Para conocer la realidad de este distrito mexicano, preparamos una batería de preguntas con una singularidad: dispusimos que los interrogantes estuviesen formulados en torno a las temáticas cotidianas que suceden en territorio argentino: un ejercicio periodístico en el que nos propusimos develar si las realidades socio-ambientales hermanan a ciudades latinoamericanas tan lejanas como Córdoba y Querétaro, situadas en dos extremos del continente y sin conexión aparente.
Una invitación a leer detenidamente este informe sobre la realidad ecológica queretana, las políticas ambientales mexicanas y una insinuación acerca de una realidad desafiante que nos resulta cercana, por lo compleja y asombrosamente coincidente, aquí y allá.
LINDOS Y HECHICEROS: LOS PEÑASCOS DE QUERÉTARO
Querétaro es un importante distrito económico que representa un polo industrial, de los más significativos del país, y que marca el pulso de la economía mexicana; jurisdicción con una marcada tradición religiosa amalgamada con la cultura indígena. Una combinación de urbes industriales enclavadas en un paisaje montañoso, con sierras de 3000 metros de altura y ríos que bajan de las montañas, cuyas aguas son captadas por represas rodeadas de bosques.
“Querétaro es hermoso”, comienza diciendo América Vizcaíno, una bióloga mexicana de 59 años que integra la organización civil Ambientalistas del Estado de Querétaro (AEQ), y añade: “Por sus condiciones fisiográficas, tenemos en los municipios diferentes tipos de ecosistemas dependiendo de su ubicación; desde el semidesierto hasta el bosque templado. En la fisiografía del Estado de Querétaro existen sistemas montañosos, lomeríos, extensas planicies, diversidad de climas, flora y fauna silvestres propias de cada región”, explica la bióloga que además se define como activista en la AEQ.
La Organización Civil Ambientalistas del Estado de Querétaro se ocupa, desde hace más de 20 años, de controlar la aplicación de las normas ambientales en obras y actividades -tanto públicas como privadas- realizando denuncias y llevando demandas a los tribunales por incumplimiento de las leyes que preservan los ecosistemas mexicanos: “En el ámbito político de nuestro país gestionamos la declaración de áreas naturales protegidas de gran valor ambiental”, explica América Vizcaíno de la AEQ. “También, participamos en reformas a la normatividad ambiental federal, estatal o municipal y realizamos denuncias públicas en medios de comunicación y redes sociales cuando la gestión ciudadana ha sido ignorada”, dice Vizcaíno quien describe así el rol de la organización ambientalista mexicana, tras lo cual agrega que “en nuestra Asociación están incluidas otras sociedades ambientales del Estado de Querétaro; estamos conectados con organizaciones de otros Estados de la República Mexicana”.
¿Cuáles son los principales problemáticas ecológicas de Querétaro?
A.V: “La sobreexplotación de acuíferos y el trasvase de cuencas con los impactos ambientales, económicos y sociales que ello implica. También, la deficiente -y en algunos casos inexistente– infraestructura para reutilizar el agua tratada: las descargas de aguas sin tratar a ríos y arroyos y la contaminación de presas. La lista de la bióloga de Querétaro sigue: el tratamiento de la basura, los cambios de uso de suelo, el crecimiento poblacional desordenado, la destrucción de ecosistemas y la fragmentación y pérdida de biodiversidad también están presentes en los reclamos. “La industria extractiva que provoca la destrucción y contaminación de bosques y selvas, la compra masiva de tierras y los desplazamientos forzados de las comunidades” engrosan el inventario de problemas ambientales de Querétaro, ubicado en el centro estratégico del país mexicano.
“ELLOS INVIERTEN Y NOSOTROS ASUMIMOS EL COSTO DEL DETERIORO AMBIENTAL”
Para la bióloga Vizcaíno, “México y sus Estados no tienen planteadas metas a corto, mediano y largo plazo y carecen de planes para transitar hacia el uso de energías alternas. También, para reducir la contaminación; incrementar y proteger bosques y selvas; separar, reciclar y tratar la basura, disminuir la contaminación atmosférica; comprimir los volúmenes de agua per cápita”.
Vizcaíno agrega que, en estos y otros aspectos “el incumplimiento ambiental en todos los rubros es enorme, no hay presupuesto ni interés gubernamental porque la prioridad es producir a costa de comprometer la cantidad y calidad de nuestros recursos naturales, en perjuicio del futuro de las siguientes generaciones”.
La bióloga mexicana dice a Sala de Prensa Ambiental que “existen esfuerzos desarticulados entre dependencias de gobierno en materia ambiental porque falta una visión ecológica integral y la inercia económica está arrasando con todo: inversionistas deciden -al comprar tierras y obtener permisos- cómo crecen las ciudades y hacia dónde dirigen el “progreso”, por supuesto con infraestructura y servicios que les pagamos a través del erario público: ellos invierten y nosotros asumimos el costo del deterioro ambiental, de la dotación de bienes y servicios”.
EL ORDENAMIENTO ECOLÓGICO ESTATAL
¿La preocupación por las problemáticas ambientales es un tema instalado en la sociedad mexicana?
A.V: “Existe una preocupación en ciertos sectores y, de hecho, muchas universidades ya incluyeron programas ambientales como política interna. También, hay grupos sociales que realizan acciones independientes como limpieza de ríos, cuidado de bosques, reforestaciones urbanas, reciclaje y compostaje…pero aún no ha permeado la problemática ecológica en la sociedad en general”, señala Vizcaíno y agrega que “estos asuntos están relegados por las necesidades de inversionistas con el justificante de crear empleos: ellos llegan a un lugar, invierten, exigen y el Gobierno les da facilidades para invertir”, dice la integrante de AEQ y añade que “es por eso que participamos en la elaboración del Ordenamiento Ecológico estatal y en el del municipio de Querétaro. El gobierno de nuestro Estado apoya a los municipios para que hagan su Ordenamiento Ecológico pero, lamentablemente, los ordenamientos ecológicos se pueden cambiar. Sucedió en la Administración Municipal y desde entonces decidimos proponer reformas a la legislación ambiental para fortalecerla y proteger ecosistemas de gran valor en la región. Proponemos crear instrumentos de protección para los ecosistemas (ordenamientos ecológicos) y los funcionarios generan los instrumentos para modificarlos (reglamentos municipales para el Ordenamiento Ecológico)”, explica Vizcaíno.
La bióloga mexicana, dice además que “existen funcionarios muy comprometidos y apoyando la gestión social, realizándola ellos mismos en el interior de las Secretarías: lo que logran es muy importante pero esto no sucede en muchas instancias de gobierno porque en el interior de sus dependencias encuentran resistencias. Hemos logrado sinergias pero esto es poco común”.
“NO HAY PROGRESO EN LA ILEGALIDAD”
¿La corrupción atraviesa los problemas ambientales de Querétaro?
A.V: “La corrupción es moneda corriente, tanto en las obras públicas como en los emprendimientos privados. Por ejemplo, en los casos de cambios de uso de suelo, a la remoción de vegetación la llaman “limpieza de terreno”. La zona conurbada crece sobre cerros, laderas, cañadas, cauces federales y los inversionistas están conduciendo a las ciudades al colapso social, ambiental y urbano: no importan los costos porque mientras ellos evaden el cumplimiento ambiental, no internalizan el coste del deterioro ya que se lo trasladan a la población”.
En nuestra provincia es común que -desde sectores empresariales y gubernamentales- se defina a las organizaciones que se ocupan de las problemáticas ambientales como “anti-progreso» ¿en México sucede lo mismo?
A.V: “En Querétaro los grupos ambientales están compuestos por personas de diferentes niveles socioeconómicos y culturales, con profesionistas de diferentes áreas. No pueden clasificarnos como opositores al “desarrollo”. El primer punto que debe cumplir el progreso es la legalidad y por gestionar su cumplimiento no pueden tacharnos de opositores al desarrollo. Hemos demostrado que muchas obras y actividades se realizan sin permisos; denunciamos que a veces, aunque tengan los permisos no cumplen con las condicionantes impuestas en las autorizaciones o que los estudios técnicos con los que obtuvieron consentimientos son deficientes. No creo que piensen que nos oponemos al progreso, simplemente nos enfrentamos a la ilegalidad y hacemos lo necesario para que autoridades, inversionistas y empresas cumplan con la normatividad. Nunca nos han dicho que nos oponemos al progreso, porque no hay progreso en la ilegalidad”.
En este contexto, ¿cuál es la situación del Estado de Querétaro?
A.V: “Los municipios pujantes están dominados por el sector inmobiliario, quien dirige hacia dónde y cómo crecen las ciudades: han acaparado enormes extensiones de tierras ejidales que contienen importantes ecosistemas. Los sectores industriales y ganaderos son poderosos, tan intensos como la contaminación y el deterioro ambiental.
Los municipios conurbados comparten infraestructura, equipamiento y servicios, pero también el desorden urbano y ambiental que produjeron muchas administraciones municipales que no planearon a corto, mediano y largo plazo el desarrollo de sus distritos, ocasionando enormes deficiencias de infraestructura, equipamiento y servicios, autorizando la urbanización de cada centímetro cuadrado del territorio. Por ejemplo, los municipios de Querétaro y el de Corregidora han crecido ahogando la zona metropolitana, destruyendo y devastando a su paso todo lo que pudieron y sólo sobreviven las Áreas Naturales Protegidas.
Otro aspecto importante es el crecimiento poblacional por la migración interna -45 familias que llegan desde muchos Estados de nuestra República diariamente, según cifras oficiales- que está deteriorando la infraestructura urbana así como nuestra calidad de vida.
El deterioro ambiental es tan progresivo como alarmante, la inercia del “progreso” avasalladora y el daño ecológico incalculable”.
EL CASO DE PEÑA COLORADA
«Peña Colorada es un ecosistema cuya protección y defensa hemos asumido todos los grupos ambientales de Querétaro» explica la bióloga mexicana y agrega que «fue decretada como Área Natural Protegida pero una administración municipal (2003-2006) autorizó cambios de uso de suelo de alrededor de 11.000 hectáreas. Desde entonces, hacemos una defensa enorme para que no autoricen cambios de uso de suelo ni modificaciones al ordenamiento ecológico, mientras continuamos gestionando su decreto; desarrolladores inmobiliarios lo han impedido. Pese a ello, logramos que el polígono completo de Peña Colorada –de 5.200 hectáreas- quede dentro del Ordenamiento Ecológico y en los planes parciales de desarrollo como zona de protección ecológica, con categoría de preservación especial», indica Vizcaíno.
«Peña Colorada está permanentemente monitoreada por ambientalistas y denunciamos todo lo que ahí sucede: incendios, desmontes, inicio de obras y seguimos exigiendo que el gobierno promulgue un decreto de protección urgente, ya que debido al alarmante crecimiento de la ciudad, Peña Colorada está ya en las inmediaciones de la mancha urbana: la ciudad la está rodeando. Durante 20 años hemos defendido esa zona protegida de la urbanización, denunciado a desarrolladores y demandado a las autoridades, pero conforme crece la presión inmobiliaria las exigencias sobre las autoridades están siendo mayores», concluye la bióloga mexicana.